El guerrero dorado

Hay muchas formas de ganarse la vida... y una de ellas, muy honrada, y con altas dosis de paciencia y concentración es la de mimo callejero.

Es verdad que hay algunos que no se merecerían ni para el autobús de vuelta a casa, pero otros, en cambio, se lo curran mucho.

Aunque sólo sea por las horas de maquillaje y vestuario... podemos encontrar verdaderos artistas. Estos sí que merecen la admiración y, por supuesto, la generosa aportación de los viandantes.

Una vez más... reciban mi más sincera felicitación.