La hora de la siesta

"La tranquilidad de la montaña es imperturbable... hasta que llega un pesado a sacarme una foto... y yo con estos pelos."

Eso es lo que debió de pensar cualquiera de las vacas de este rebaño al que inoportuné a la hora de la siesta, algunas semanas atrás, en una excursión montañera por la cara francesa de los Pirineos.

La verdad es que con estas vistas y lo despejado que estaba el día, yo también me hubiese tendido plácidamente sobre la hierba a rumiar tras la comida.

La jornada fue muy fructífera... senderística y fotográficamente hablando. Y, por supuesto, no pude reprimir mi afán por retratar animales, y más aún vacas... "deformación profesional".

Vandalismo gratuito




La definición de "vándalo" es la de aquella persona con espíritu de destrucción, que no respeta cosa alguna, ni sagrada, ni profana.

A veces las actuaciones de estos individuos incluso se solapan... y éste es un buen ejemplo. Primero por un pseudoartista de la pintura y posteriormente por un verdadero artista, de lo ajeno.

Pero aun con todo, y gracias a ellos, puede aparecer en escena un tercer vándalo, de la imagen (como yo) que trate de resarcir los pecados de sus predecesores con una re-composición del escenario.

Buscaba aquí una fotografía impactante... ¿lo consigo?

Para evadirse del mundo


Todos tenemos un sitio en el que escondernos del mundo. Un espacio en el que nos refugiamos en esos momentos en los que queremos estar solos. Un lugar en el que poder evadirnos, recapacitar, meditar, reflexionar,...

Alguien pensó que quizás estuviera bien disponer de ese puesto en mitad de la naturaleza y poder mirar el horizonte para inspirarse al escribir, por ejemplo, sus memorias... Envidio a ese alguien. Envidio un sitio así.

Algún día os enseñaré mi lugar preferido para estos menesteres.