De turismo por Calpe, en la mediterránea Costa Blanca, encontré un fabuloso mercadillo medieval.
Además de diversos puestos de comida, velas, pendientes, juguetes, quemadores de incienso, carteras, espejos, cuadros, frutos secos, jabones naturales, telas y ropa, madera, especias, etc... un fantástico grupo de músicos amenizaba el ir y venir de los visitantes curioseando entre los puestecillos.
Sus dulces y alegres melodías resonaban por todo el lugar... e impregnaban el ambiente de recuerdos de otra época... tan solo recordada a veces, en los libros de historia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario