Quinteto de cuerda



Pocos trabajos hay más difíciles que arrancar unas monedas de un viandante con prisa, únicamente con unos pocos acordes... los suficientes para hacer posible que esa misma persona se deje embelesar por la melodía, se detenga, disfrute y antes de remprender la marcha sea capaz de meter la mano en su bolsillo y premiar como crea conveniente a estos trabajadores anónimos.

La música en estado más puro... sentimientos y emociones... tocar por el placer de sentirse escuchado...

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