Aquí acude todos los años una de las mayores colonias de grullas de Europa, para hacer un descanso en su viaje, de ida o vuelta, entre el viejo continente y el norte de África.
Además esta pequeña reserva natural es también el hogar de otras especies como patos, fochas, avutardas, algunas ranas y pequeños mamíferos...
Pero esto parece llegar a su fin, porque una vez más, el afán del hombre por llegar más lejos, más alto o más rápido... romperá este perfecto equilibrio.
1 comentario:
me parece de puta madre, porque dejar de tener uno una casita en la naturaleza para que las putas grullas acampen no es de recibo.
David
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