Un cartón de huevos




Estamos acostumbrados a ver los huevos en los supermercados en docenas o medias docenas... y en algunos casos también en decenas (de diez). Pero en los puestos del mercados, en carnicerías o en tiendas al detalle también podemos encontrar formatos más grandes,... en bandejas o cartones,... de 20 o 30 huevos, según el calibre de los mismos.

Aunque todo esto es una excusa para proclamar que estamos hablando del mejor alimento del mundo... "el huevo". Eso sí, junto a unas patatas, un trozo de chorizo, dos o tres lonchas de jamón y un buen chorro de aceite de oliva... para chuparse los dedos.

Sólo os daré un par de consejos: "conservar en refrigeración" y "lavar antes de usar"... Y tener en cuenta que sólamente hay una cosa mejor que un huevo,... que sean dos. ¡buen provecho!.

Vía Crucis



El "Vía Crucis" o "Camino a la Cruz", se refiere, según el catolicismo, a cada una de las 14 o 15 etapas que vivió Jesucristo desde su captura hasta su crucifixión y sepultura. Pero dejemos a un lado las creencias religiosas, que es lo que menos me interesa ahora,... y disfrutemos de los lugares donde podemos encontrar bonitos viacrucis.

Normalmente se sitúan en zonas con fuerte pendiente,... por lo que hace falta un poco de paciencia, algo de forma física y muy buen humor para llegar al final del camino... el camino del calvario.

Cada estación, generalmente situada en una curva o recodo, sirve además de para el rezo de plegarias, para realizar un breve y reconfortable descanso.

Además las vistas de las que generalmente podemos disfrutar, tando durante el ascenso como al llegar a la cima, hacen que el esfuerzo merezca la pena... bien sea en un frondoso bosque, en un paisaje urbano o junto a la costa, como es el caso.

Llamando a la puerta


Toc, toc, toc...

Antes se utilizaban llamadores de tipo argolla u otros alargados más "fálicos"... eran algo toscos, pero efectivos. Ahora el "ding-dong" de los timbres ha sustituido al ritual de aporrear la puerta.

Todavía los podemos observar en muchos pueblos de la península... generalmente sobre lamas de madera y con viejos clavos, a modo de tachuelas, sujetándolos. Y siempre con una pequeña chapa o elemento forjado debajo, para amortiguar los golpes y, a su vez, emitir el tan característico sonido de llamada: Toc, toc, toc...

Como no existían los porteros automáticos, ni mucho menos los videoporteros,... uno se hartaba de llamar y llamar hasta que alguin se dignaba a abrir la puerta... que por cierto era la única manera de saber quien estaba al otro lado, puesto que la mayoría de las casas tampoco disponían de mirilla.

Y como siguen sin abrir, yo sigo insistiendo:
Toc, toc, toc... ... ¡ya voy!, ¿quién es?.

Juego de niños



Todos hemos sido niños alguna vez... todos hemos pasado por esa etapa... y como buenos niños, nuestra vida entonces se limitaba a llevar a cabo nuestras inquietudes. No había nada más emocionante que saltarse las reglas: no toques eso, no te subas ahí, te vas a caer, con eso no se juega, vas a romper algo, pórtate bien, ...

Daba igual si uno era un demonio de niño... o un educado repipi... todos tuvimos algún momento de rebeldía en el que sacabamos de las casillas a nuestros padres. En eso precisamente consistía nuestra existencia como niños.

Al fin y al cabo a esa edad no se tiene "maldad"... sólo ansias de libertad, ... ganas de ser más mayores. Luego, cuando creces, te das cuenta de que sólo era eso... "un juego de niños".

Una ermita en medio del mar


San Juan de Gaztelugatxe, entre los municipios vizcaínos de Bermeo y Bakio, es una bella ermita marinera... sobre una pequeña isla en la inmesidad del mar Cantabrico. Sólo se puede acceder a ella, tras una larga caminata y atravesando un estrecho puente de piedra.

El ruido de las olas, el frescor de la brisa y el viento azotándote el rostro son suficientes para engatusar a cualquiera que llega hasta allí por primera vez. Guardará esa imagen en su retina para siempre.

Después sólo queda ascender los más de 230 peldaños que te llevan hasta su puerta y tocar la campana que avisa a otros visitantes de que, al menos tú,... ya has conseguido llegar hasta allí.

El torico de Teruel





Todo lo que le falta en tamaño... le sobra en renombre... y es que este "gran" torico es todo un símbolo en la ciudad, en Aragón y en parte del estado español. No en vano, sus fiestas son de las más animadas y concurridas de nuestro país.

Situado sobre una gran peana, en el centro de la antigua plaza de esta villa mudejar... entre edificios de época y pórticos de madera... y con una inusual y futurista iluminación a ras de suelo.

Merece la pena acercarse hasta allí... no sólo para disfrutar de su estampa... sino para recorrer además las callejuelos de la capital... y dejarse impregnar de los aromas de otra época.

Al fin y al cabo... ¡Teruel existe!.

Hípica en Valencia


Hace unos días se celebró en Valencia una prueba del "Global Champions Tour 2009"... el torneo hípico de saltos más importante del mundo. En él se dieron cita algunos de los representantes de las mayores fortunas del mundo... los Martinez de Irujo, los Onassis, los Grimaldi, etc... sin duda una "fauna" de lo más sibarita.

Y como no podía ser menos... los stands de los patrocinadores orbitaban en el mismo enrarecido ambiente: rolex, mercedes, repsol, telefónica, iberia, massimo dutti, nh hoteles,...

En resumen... lo mejor de todo... los caballos... que belleza, que porte, que estilo... que caros.

Cosas de la crisis



Aunque este taller de cerámica seguro que lleva ya un tiempo cerrado, bien podría ser un claro ejemplo de lo que sucede en momentos de crisis como en el que nos encontramos. Los clientes no se hacen el ánimo de gastar dinero y algunos pequeños comercios se ven abocados al cierre.

Además en este caso se han tomado al pie de la letra lo de cerrar a calicanto ("a cal y canto"). Y si no fuera por el cartel de la entrada ya casi nadie podría recordar que aquí alguien intentó alguna vez ganarse el sustento diario.